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Valores ignacianos que puedes practicar a diario ¡Conócelos!

Existen principios que, practicados cada día, pueden transformar no solo la vida personal, sino también el entorno inmediato. Qué pasaría si integrar algunos de los valores ignacianos en las acciones cotidianas pudiera cambiar el modo en que se enfrenta cada desafío. Hoy es posible descubrir cómo llevarlos a la práctica de manera sencilla y consciente.

¿Qué son los valores ignacianos?

Los valores ignacianos, promovidos desde la espiritualidad de San Ignacio de Loyola, son pilares éticos y espirituales que buscan formar personas íntegras, comprometidas y al servicio de los demás. En ASIA San Ignacio, estos valores no son simples conceptos; son caminos que invitan a vivir con mayor profundidad y propósito.

En la comunidad ignaciana, son conocidos los valores principales como: Ética, la espiritualidad, el afecto, la integralidad, el trabajo en equipo, la confianza, la transparencia y la asertividad. Pero más allá, hay otros valores con los que es posible identificarse. 

Otros valores ignacianos que puedes practicar

 

  1. Magis: Buscar siempre algo más

Magis significa «más» en latín, pero no se trata de una búsqueda de éxito superficial. Es el deseo constante de superación para el bien común, procurando hacer todo con excelencia y responsabilidad. En la vida diaria, se puede practicar buscando dar el máximo en las tareas cotidianas, en el trabajo y en las relaciones humanas.

  1. Discernimiento: Decidir con sabiduría

El discernimiento ignaciano invita a reflexionar antes de actuar, eligiendo siempre lo que se acerque más al amor, la justicia y el bien mayor. Tomarse un momento para pensar, evaluar y decidir conscientemente es una práctica poderosa que puede mejorar notablemente la calidad de vida personal y profesional.

  1. Servicio a los demás: Ser para los otros

Uno de los rasgos más distintivos de los valores ignacianos es la vocación de servicio. Ser capaz de poner los talentos al servicio de quienes lo necesitan fortalece no solo a las comunidades, sino también al propio espíritu. Un pequeño gesto, como acompañar a alguien en un momento difícil, es ya vivir este valor.

  1. Justicia: Compromiso con la equidad

San Ignacio proponía no ser indiferente ante las injusticias. Practicar este valor implica buscar relaciones más equitativas, defender los derechos de los demás y actuar con integridad en cada ámbito de la vida.

  1. Gratitud: Reconocer los dones recibidos

Vivir agradecidos transforma la perspectiva de cada día. Desde los pequeños logros hasta los momentos de dificultad, practicar la gratitud ayuda a reconocer la presencia de algo más grande que guía y sostiene el camino.

  1. Contemplación en la acción: Encontrar a Dios en todas las cosas

En la tradición ignaciana, no existe separación entre la vida espiritual y la vida activa. Se invita a encontrar sentido y trascendencia en el trabajo, en el estudio, en la familia y en los momentos más simples del día. Así, cada acción puede convertirse en un acto de fe y amor.

¿Cómo impulsa ASIA San Ignacio estos valores?

ASIA San Ignacio promueve espacios, actividades y proyectos que inspiran la práctica cotidiana de los valores de San Ignacio de Loyola. A través de su comunidad, fomenta una vida más consciente, comprometida y orientada al servicio, recordando que cada pequeño gesto suma en la construcción de un mundo mejor.

Además, a lo largo de su historia, ha acompañado a generaciones a vivir el Magis, a discernir en momentos de duda y a ser agentes de cambio en sus comunidades, siempre bajo la guía de los mejores principios.

Pequeños gestos para integrar los valores en la vida diaria

  • Ofrecer ayuda a un compañero que lo necesite, sin esperar nada a cambio.
  • Detenerse un minuto al día para agradecer lo vivido.
  • Elegir conscientemente el bien mayor en las decisiones cotidianas.
  • Buscar mejorar continuamente en cada tarea, no por competencia, sino por amor al prójimo. 

Practicar estos y otros valores ignacianos es posible para todos. No requiere grandes gestos, sino una disposición diaria a actuar con amor, ética, gratitud y compromiso.

Vivir los valores ignacianos transforma la vida diaria en un camino de crecimiento y servicio. ASIA San Ignacio sigue invitando a todos a recorrerlo, construyendo juntos un futuro con más sentido y esperanza.